¿A qué edad es correcto comprar un móvil a los niños?
El inicio de la escuela secundaria podría servir a los padres para comprar a los niños su primer móvil
En los días que vivimos, no existe un adolescente o pre-adolescente que no desee tener su propio smartphone, por lo que muchos padres se preguntan a qué edad es conveniente comprar su primer móvil a los niños, y aunque las opiniones pueden ser diversas, es mejor seguir la palabra de los expertos y también como no, la propia lógica.
¿A qué edad es correcto comprar un móvil a los niños?
Cualquier padre o madre que tenga un hijo adolescente o pre-adolescente habrá pasado por el momento en el que este le plantee tener un móvil. De hecho, los niños suelen comenzar a querer tener su propio smartphone a partir de los 8-9 años e incluso siendo más pequeños se pasan todo el día pidiendo a sus padres que les presten el móvil para jugar o ver vídeos.
Somos nosotros mismos, los que de forma incluso inconsciente inducimos al niño o niña que desde bien pequeño tenga un móvil entre las manos, por lo que llega un momento en el que reclamando su propia autonomía es normal que ya no quieran usar el móvil de papá o mamá sino, el suyo propio.
Y con la pandemia, la situación ciertamente ha empeorado. Con el confinamiento, las restricciones y el cierre de escuelas, se ha abusado del uso de las redes sociales e incluso en la OMS, se ha hablado de un aumento en el número de horas que los niños pasan delante de una pantalla (ya sea la del móvil o la de la tablet). La tecnología ha permitido que nuestros hijos no solo hicieran clase durante los meses confinados. También los móviles han ayudado para que los niños estén en contacto con sus amigos, de modo que todo ello se traduce en situaciones en las que los pequeños reclaman su propio dispositivo, pero ¿Qué debemos hacer?.
La edad adecuada para el primer smartphone
Para evitar abusos, adicciones y todas las consecuencias que se puedan derivar del hecho de tener un móvil a una edad temprana, es bueno dejar claro desde un principio con tus hijos las reglas de uso del smartphone antes de proceder con la compra. De este modo, al margen de tomar la decisión de si el niño o niña tiene la edad suficiente para tener un móvil, debemos establecer una especie de pacto familiar por el uso cuidadoso del teléfono.
No podemos dejar de tener en cuenta que en las redes sociales, desde Instagram hasta Whatsapp, existen contenidos como retos que en los casos más graves también pueden poner en peligro la vida de nuestros hijos.
Entonces ¿a qué edad es mejor comprar a nuestro hijo o hija su primer móvil? Llegamos a la pregunta que genera todo este artículo y la respuesta tiene mucho que ver con la madurez que demuestro el niño o niña, aunque por norma general, los expertos consideran que a partir de la edad de 11-12 años, los niños ya son capaces de entender la responsabilidad de tener un móvil y entender también las normas que se deben seguir para un uso adecuado.
Si tienes un hijo o hija que ya tenga la edad señalada, es posible que te esté pidiendo un móvil hace tiempo, de modo que será cuestión de que analices los «pros» y «contras» de comprarle o no el móvil que tanto desea. Una edad anterior a la mencionada, no sería conveniente, pero a partir de los doce años y en especial cuando los niños inician la secundaria quizás el móvil nos sirva también a nosotros para «controlar» mejor a los niños.
Al margen del debate que suele surgir cuando los niños acaban primaria y deben comenzar la secundaria, debido a que muchos padres y madres no ven bien que niños y niñas de apenas doce años son quizás todavía muy inmaduros (e inexpertos) para asistir al mismo centro escolar al que asisten adolescentes que en las clases más mayores pueden tener ya 17 años, el hecho de que nuestro hijo o hija acuda a su primer año de instituto con un móvil puede «tranquilizarnos» dado que posiblemente quiera ir solo al centro escolar y que además, también vuelva solo a casa.
¿Cuánto y cómo usar el teléfono?
Entonces, si decidimos que a partir de la secundaria nuestro hijo o hija va a tener su propio móvil debemos tener en cuenta la importancia de establecer una serie de horarios para su uso. Piensa que el niño o niña va a querer usar su móvil durante todo el día, pero no es conveniente y tampoco saludable.
Pero para su manejo, en lugar de hablar de una cantidad de minutos o de un intervalo de tiempo en el que usar el teléfono, los expertos sugieren que es mejor reflexionar con los niños sobre cómo manejar el teléfono . De este modo, antes de regalarle un teléfono, tomemos el tiempo para hablar con nuestros hijos y explicarles los peligros de Internet, cómo proteger la privacidad. Y aunque el registro en Facebook, Instagram y TikTok está sujeto a la edad (quienes quieran crear un perfil en estas redes sociales deben tener al menos 13 años), sabemos que hay muchos niños y niñas que tienen un perfil incluso si tienen solo 11 o 12 años. En este caso, el control parental es fundamental. Es importante que el perfil sea privado y que prestes atención a las personas con las que entran en contacto y sobre todo debemos dejar claro a los niños que antes de publicar una foto debemos evaluar las posibles consecuencias y que el hecho de tener más o menos «likes» o más o menos seguidores, no tiene nada que ver con ser mejor o peor persona o alguien que merezca más atención.
Los niños deben tener claro que el uso del móvil y en especial de las redes sociales, no tiene porqué convertirles en gente superficial que además solo de importancia a lo que digan de ellos o piensen los demás.
Reglas para usar el teléfono
Por tanto, es importante conseguir que los jóvenes sean plenamente conscientes de la herramienta que tienen en sus manos, despierten en ellos un sentido crítico y les adviertan del ciberacoso . Pero también es fundamental, sin embargo, imponer reglas para su uso.
- La primera se refiere a la tarea: Los teléfonos deben dejarse a un lado mientras se estudia por la tarde, para evitar distracciones.
- La segunda, en cambio, sirve para salvaguardar el sueño : Los teléfonos deben apagarse por la noche y no podemos dejar que los niños los mantengan en la mesilla de noche, una notificación, un mensaje, los despertaría interfiriendo con su sueño y consecuentemente con su desempeño en la escuela al día siguiente. Además, los trastornos del sueño pueden provocar estrés y desencadenar la aparición de infecciones o enfermedades.
- Otra regla se refiere a la hora del almuerzo y la cena. El riesgo es que coman de más sin darse cuenta y que exista un abuso incontrolado de la comida chatarra.
¿Revisar o no revisar el teléfono de nuestros hijos?
Hay quienes nunca violarían el sacrosanto principio de privacidad, mientras que también hay quienes creen que «espiar» los teléfonos de sus hijos no solo es un derecho sino también un deber. La verdad, como siempre, se encuentra en algún punto intermedio. Y comprobar no significa espiar o al menos, tendremos que inculcar a nuestro hijo o hija que nos muestre y nos pida permiso cada vez que desea colgar una foto a Instagram o si deseas descargarse una aplicación.
Los riesgos para la salud
El uso incorrecto del teléfono puede tener varias repercusiones en la salud del adolescente. Desde ardor en los ojos al síndrome del ojo seco, a las consecuencias musculares. Pensamos precisamente en la postura encorvada que tenemos cuando escribimos un mensaje o navegamos por internet. Pero además de las dolencias físicas, la adicción a los teléfonos también puede tener consecuencias psicológicas.
En japonés se llama Hikikomori y así se define la tendencia al aislamiento para quedarse al margen. Y esto es precisamente lo que les pasa a los niños que se vuelven adictos al teléfono. Y si esto sucede, los niños tendrán dificultades para relacionarse, experimentarán fatiga y depresión, pueden desarrollar trastornos que inducen ansiedad u obsesivo-compulsivos y obviamente los resultados escolares también serán pobres.
Y si nos damos cuenta de que uno o más de estos síntomas están presentes, es bueno contactar al pediatra de inmediato. El médico comprobará si efectivamente existe una adicción y podrá dirigir familias hacia los caminos correctos a seguir.
La importancia de dar buen ejemplo
En este caso, como siempre a la hora de criar hijos, el buen ejemplo es fundamental más que cualquier advertencia, norma o imposición. No se puede obligar a los niños a dejar sus teléfonos a un lado mientras comen si son sus padres quienes revisan su correo electrónico o WhatsApp mientras están en la mesa. Por ello, es fundamental que el adulto tenga un papel rector, prestando atención a sus hábitos para luego poder educar a los niños para que utilicen correctamente el smartphone.
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